El pasado 11 de septiembre de 2024, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 893/2024, que establece un marco normativo específico para garantizar la seguridad y salud en el trabajo de las personas empleadas en el hogar familiar . Esta normativa reconoce el derecho de estas trabajadoras a una protección eficaz en materia de prevención de riesgos laborales, adaptada a las particularidades del trabajo doméstico. A partir del próximo 14 de noviembre, será obligatoria la evaluación de riesgo de las empleadas de hogar o a través de una empresa de prevención de riesgo o realizándola en la plataforma que el gobierno ha activado recientemente, en portal Prevencion10.es.
Evaluación de riesgos laborales:
Las personas empleadoras del hogar deben realizar una evaluación inicial de los riesgos asociados al puesto de trabajo, considerando las características específicas de las tareas domésticas. Esta evaluación debe actualizarse periódicamente y adoptar medidas preventivas adecuadas .
Información y formación:
Es obligatorio proporcionar a las trabajadoras información sobre los riesgos identificados y las medidas de prevención implementadas. Asimismo, deben recibir formación adecuada en materia de seguridad y salud laboral. En Institución Santa Ana nos encargamos de facilitar todo este trámite a las familias, garantizando la formación y diploma a todas las trabajadoras que se incorporen.
Equipos de trabajo y protección individual:
La persona empleadora debe garantizar que las trabajadoras dispongan de equipos de trabajo adecuados y, cuando sea necesario, de equipos de protección individual, según lo determinado en la evaluación de riesgos.
Derecho a interrumpir la actividad:
Si la trabajadora considera que existe un riesgo grave e inminente para su salud o seguridad, tiene derecho a interrumpir su actividad sin sufrir perjuicio alguno, debiendo informar inmediatamente a la persona empleadora. Por ello realizamos un seguimiento que evite estas situaciones.
Vigilancia de la salud:
Se reconoce el derecho de las trabajadoras a la vigilancia periódica de su estado de salud, en función de los riesgos inherentes al trabajo que desempeñan. Para ello la administración habilitará en los centros de salud estas revisiones.
Desde la Institución Santa Ana, reafirmamos nuestro compromiso con la mejora continua de las condiciones laborales de las personas empleadas del hogar. Acompañamos a nuestros usuarios y usuarias en el cumplimiento de la normativa vigente, ofreciendo orientación y apoyo para implementar las medidas necesarias que garanticen un entorno de trabajo seguro y saludable.
Conscientes de la importancia de estas nuevas obligaciones, ponemos a disposición de las familias y empleadoras herramientas y recursos que faciliten la adaptación a la normativa, promoviendo así la dignificación y profesionalización del trabajo doméstico.
Para más información o asesoramiento personalizado, no dude en contactar con nuestro equipo.